Lo del trueque viene rodando desde hace casi seis meses a nivel noticioso, pero desde mucho antes se viene armando el esquema, con el padre ideológico de la criatura, Heinz Dieterich, en recurrentas visitas a nuestro país.
Como suele suceder con cualquier experimento socialista, los teóricos siempre creen que la próxima vez si se harán realidad sus especulaciones (recordar aquí que alguien definió locura como hacer siempre lo mismo esperando obtener resultados diferentes cada vez). En desgracia le ha tocado a Venezuela ser el conejillo de indias de tesis trasnochadas incubadas por profesores burgueses que apuestan a que sus elucubraciones si funcionarán esta vez.
El problema es que, informativamente, nos sueltan ideas que no aparecen metodológicamente expuestas para permitir una crítica profunda. "Una tremenda cachama te la cambio, ¿por qué? Por tres racimos de plátano". Mucho internet, mucho gobierno electrónico, muchas paginitas web de los ministerios y dependencias oficiales, pero traten de buscar información sobre trueque en la web del Ministerio para la Economía Popular, que está patrocinando cursillos para la formación de organizaciones de mercados comunitarios, pero que no afloja nada en su sitio web.
Así que buscando un poco de información nos encontramos que el fulano trueque no es tal, que se seguirá usando dinero, pero un dinero, por decirlo así, paralelo, un "paradinero":
Al intercambiar bienes sin que medie el dinero convencional surgen intercambios disparejos, ¿Cuántas cachamas se cambian por una chaqueta?, o la posibilidad de que quien tiene la chaqueta no desee comer cachama en ese instante. Para corregir este problema se planea crear una moneda local, que funcione como una especie de vale.
El Ministerio de Economía Popular organizó un seminario sobre "moneda social" en febrero de este año, donde de acuerdo con Heloísa Primavera, profesora e investigadora de la Universidad de Buenos Aires, "algunos emprendedores de la misión Vuelvan Caras pudieron experimentar con una moneda social denominada chavito".
Heloísa Primavera, quien es citada en una publicación del Ministerio, añade que "la moneda social es un bono creado, emitido y controlado por sus mismos usuarios, que lo utilizan en un circuito cerrado de forma que éste reemplace al dinero oficial existente, que podrá ser utilizado para otras finalidades".[1]
Esto hasta tendría interés porqu se trata de la creación de dinero privado no sometido a la depreciación del Banco Central y con el cual hasta se pueden evadir impuestos, y ya verá el gobierno como se las arregla con su frankestein.
Los problemas con esta propuesta son dos. Primero, se habla de dinero local, sólo válido en un determinado ¿territorio?, para el limitado número de productos que estén disponibles. Sin embargo se habla de que el dinero oficial podrá utilizarse para otras cosas, es decir, coexistirán los dos, el paradinero y el dinero de curso legal. Uno con poder adquisitivo limitado y otro con poder adquisitivo mucho más amplio... Uhmmm.
Segundo, el paradinero tendrá como respaldo "tiempo de trabajo", es decir, todo este espectáculo es para pasar de contrabando la teoría del valor-trabajo cuyas contradicciones pretenden pasar por alto los proponentes enterrándolas en debates asamblearios:
El ideal es que el valor venga dado por el tiempo empleado para producir. Para introducir esta idea, Heinz Dieterich propone que "el empaque de un litro de leche, por ejemplo, llevaría la siguiente denominación: Precio 2 mil bolívares; valor, 10 minutos".Ya lo creo que va a generar discusión... pero no precisamente socialista.
De esta manera el público notaría que "en un producto 10 minutos de trabajo se expresan en 2 mil bolívares y en otro valen 10 mil bolívares", lo que dará pie a "un proceso de discusión que genera conciencia socialista".[2]
En definitiva tenemos: un trueque que no es tal sino la emisión de una moneda privada limitada en su capacidad de intercambio; y un experimento para acabar con la economía de precios... poniendo precios en base al valor-trabajo.
Por último, no quiero dejar de mencionar que Dieterich sugiere que el fracaso del socialismo fue causado a la inexistencia de computadores y programadores (Para comenzar a implantar la economía socialista, Dieterich indica que es necesario contar con especialistas en software que hagan programas para contabilizar los flujos de la empresa en precios (dinero), valores (tiempo) y volúmenes (toneladas, litros) [3]) algo que tratamos de discutir en otro sitio[4].
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5 comentarios:
cuando josé vicente rangel, aristóbulo istúriz, francisco sesto, rafael ramírez y juan barreto reciban en vez de sueldo (y, en algunos casos, probablemente comisiones), productos del trueque, comenzaría yo a usar el sistema. ¡Volvemos al siglo xix de Páez y los Monagas! ¡Nada más y nada menos!
Chavez dijo eso hace tiempo, cuando lo oi, no lo creia, pero ahora volvio.
Se lo dije a varios chavistas, y ellos me dijeron que no creian, la para moneda, ya existe, le dicen chavitos, cuando se lo volvi a decir a los chavistas que ya estaba en circulacion los "chavitos" siguen creyendo que es echando vainas. Y que el asunto no es en serio.
las palabras de dietrich son preocupantes. ¿sabes como seria el gran hermano con computadoras? Es para salir corriendo.
¿Esa última imagen es de Fernando Savater? No sabía que se había metido a revolucionario.
Primero intentan promover los "huertos caseros", y criar gallinas en la azotea o e balcón.
¿Dinero privado y valor-trabajo? Bueno, chico, en Cuba están las papeletas de razonamiento, y el valor-trabajo es la obligatoriedad de trabajar gratis para el gobierno revolucionario en la zafra, durante la época de la recolección de la caña de azúcar. El peso cubano es papel sin valor fuera del ámbito físico de la isla. El dinero "oficial" con valor es el dolar, que manejan los pocos autorizados a recibirlo. ¿Es ese el camino de Venezuela? ¿Terminaremos haciendo trueques de los huevos que ponen las gallinas que criamos en el techo del rancho, por bonos de metrobus para poder ir al trabajo a que con nuestro trabajo-valor obtengamos el dinero verdadero con que comprar aquello que no se produce en el entorno del barrio?
En verdad que sí, loco es aquel que repitiendo los mismos errores quiere obtener resultados diferentes. Y estúpidos son aquellos que llegan a creer que, el loco, esta vez, en verdad obtendrá resultados diferentes.
Yo no entiendo porque se enrollan con el trueque, que lo practique quie quiera no creo que muchos por allá en las alturas y las mieles del poder tengan la menor idea de que es eso. Lo fundamental de esta propuesta es:que no se necesita dinero en este sistema ¿verdad?. Bueno la llamada burguesía y las clases medias con sus respectivas clasificaciones hace rato andan entruecadas, van por el mundo con una tarjetíca magnética, piden lo que se les ocurre las raspan y ya. Osea el trueque hace rato lo compraron, me gustaría hacer lo que hago siempre y entrar a un sistema donde mis ocho horas laborables fueran equitativas a lo que necesito para vivir dignamente, sin preocupaciones, de cuánto vale la yuca o la cachama. Jamás se podrá hacer trueque sin las barreras mentales que tienen los que con sonrisita de medio lado no se atreven a ser sinceros y decir: no entiendo como funcionaría, ni se molestan en exprimir sus neuronas en una propuesta que valorize a todos los seres humanos como parte de la cadena de la vida. Como lo entendían las grandes civilizaciones de los cuatro caminos del sol donde el posesivo mío no existía, no se viajaba con maletas, ni dinero porque todo estaba en las posadas, alimentos, ropas mantas por orden del emperador osea el administrador, todo era al servicio del colectivo osea no tenían que preocuparse nunca quedarían en la ruina. Cayó el tahuantinsuyo, no por falta de dinero, ni de oro ni falta de dinero en el banco, ni movimientos bursátiles, nada de eso enterensen fue por aspiraciones personales de poder, de mando de quitate tu que que vengo yo es decir; falta de valores humanos que se repiten histórica y estúpidamente. Leánse el discurso de Choquehuanca a Bolívar y encontraran el porqué de la ruina de esa civilización.
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