No sintiéndose lo suficientemente fuerte, el Socialismo del Siglo XXI (SS XXI) antes que apelar a la censura dura y pura se inventa una alternativa más viable y que no sería tan mal vista internacionalmente: la hegemonía comunicacional.
Como todo tema importante, el de la hegemonía queda mal planteado y sometido a reformulaciones según sea la respuesta que se vaya recibiendo a su presentación. Según el ministro
Andrés Izarra:
–¿En qué consistiría [ese nuevo plan estratégico del gobierno]?
–Para el nuevo panorama estratégico que se plantea, la lucha que cae en el campo ideológico tiene que ver con una batalla de ideas por el corazón y la mente de la gente. Hay que elaborar un nuevo plan, y el que nosotros proponemos es que sea hacia la hegemonía comunicacional e informativa del Estado. Construir hegemonía en el sentido gramcsiano.
–¿A qué se refiere con eso?
–La sociedad capitalista es hegemónica en estos países. Nosotros tenemos que hacer que el pensamiento y los valores socialistas de lo colectivo, lo solidario, lo social predominen como valores sobre los del capitalismo. Y hegemonía en el sentido gramcsiano es eso, que un grupo cultural convenza a otro grupo de sus valores, principios e ideas. Nosotros hacemos una propuesta de que sean una serie de medidas en varios ámbitos para construir la hegemonía comunicacional e informativa que permita la batalla ideológica y cultural para impulsar el socialismo. Por eso para nosotros es tan importante la incorporación del Ministerio de la Cultura a Telesur nacional.
–La palabra hegemonía inmediatamente refiere a pensamiento único.
–Nadie está hablando de eso, ni de dictadura mediática. Hegemonía quiere decir que podamos construir las capacidades que permitan convencer, atraer, impulsar una serie de valores e ideas sobre el mundo, a todo el grupo social.
–Pero la hegemonía es una presencia marcada de un grupo sobre otro.
–Bueno, la cultura y los valores que un grupo tiene en la sociedad convencen y atraen al otro grupo.
Aquí había, y hay, una hegemonía capitalista, y eso no quiere decir que no haya disidencia en el pensamiento ni que no haya diversidad. Lo que se debe hacer con la frecuencia del canal 2 debe coadyuvar a construir hegemonía comunicacional.
Visto así, en teoría, no hay nada negativo ni reprochable. Se trataría de
convencer. En la práctica, esta hegemonía se está tratando de alcanzar mediante, no un mayor alcance del mensaje gubernamental socialista, sino mediante la reducción del alcance de los medios que no controla el Estado.
"Ahora le toca a Globovisión"Prueba de lo anterior es que la mayor preocupación de los funcionarios públicos es atacar a la televisora Globovisión. (Digresión necesaria. Como casi todo en este país, la siguiente declaración es indispensable para evitar discusiones inútiles: apoyar la existencia de Globovisión no implica justificar ni apoyar su política comunicacional. Globovisión --como cualquier otro ente o persona-- tiene su propia agenda y además posee un medio de comunicación al servicio de esa agenda, lo cual queda demostrado, por ejemplo, al invitar a ciertos personajes de la oposición mientras que excluye a otros que no le interesan; igualmente, queda evidenciado al dar cabida a personajes del poder --oficialistas-- cuando son censurados en los canales del Estado.)
Ante la mala experiencia con el canal RCTV, ahora la estrategia pretende pasar por ser una iniciativa popular, y la revocación de la licencia de transmisión pasaría por un referendo, popular también, por supuesto.
Estando todavía fresco el "fin de la concesión a RCTV", en un discurso presidencial, los asistentes (espontáneamente) coreaban:
"¡Ahora le toca a Globovisión!" (02/06/07). Como petición popular reposaría hasta este año cuando se han activado diversas actividades tales como una "vigilia" en la sede de la televisora (27/02/08) y una
posible recolección de firmas para pedir su cierre o revocación de concesión (*).
Para "ambientar" el asunto el 19 de febrero de llevará a cabo un "un foro sobre el rol de los medios de comunicación en los espacios del Cuartel San Carlos en Caracas" (veremos la pluralidad de los asistentes). El canal oficialista Avila TV transmite desde hace varios días un micro elaborado por la
Coordinadora Simón Bolívar, donde se muestran extractos del programa-estrella de Globovisión "Aló, Ciudadano", en el cual aparecen momentos donde las llamadas telefónicas del público críticas con el canal son supuestamente censuradas (cortadas) (
pueden verlo aquí).
Y no podía faltar el elemento "patriótico":
"El imperio norteamericano pretende poner en crisis al Estado utilizando para ello a la televisora privada Globovisión y al espectro radioeléctrico del pueblo venezolano", que ya se ha convertido en el argumento "estrella" para desacreditar
a cualquiera.
¿Conclusión?Cualquier argumentación contra Globovisión o cualquier canal privada puede utilizarse contra cualquier televisora del gobierno, así de sencillo. "Cúrate a tí mismo". De tal manera que razones morales no son las que impulsan esta estrategia contra Globovisión. Como el Estado no va a demandarse a sí mismo (y, aunque perdiera, no tendría consecuencias serias), controles o multas son instrumentos poco efectivos para regularlo (en el caso de los canales privados sí porque las multas pueden ser mortales); por lo tanto las reglamentarios sobre el asunto comunicacional son injustas.
Por lo tanto retornamos entonces, al igual que hace casi un año con el caso de RCTV, a la discusión sobre el tema de la asignación del espacio radioeléctrico: el Poder no debe administrarlo pues la tentación de usarlo para acallar disidencias es demasiado grande (como lo estamos viendo). La propiedad del espectro debe pasar a ser EFECTIVA y DIRECTAMENTE del pueblo, sin intermediarios. Si los propietarios de una determinada frecuencia no están de acuerdo con la programación de la televisora que la usa pueden quitársela perfectamente, pero aquellos que si estén de acuerdo podrán otorgarle la utilización de su propia frecuencia. De esta manera "el pueblo" manifestará sin lugar a dudas sus preferencias, sin necesidad de rogarle a ningún funcionario que considere el caso de tal o cual medio de comunicación.
(*)Declaraciones recientes de los organizadores afirman que no se pretende el cierre del canal de televisión, sino que le sean aplicadas las sanciones y correctivos pertinentes. (VTV)
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