miércoles, septiembre 05, 2007

Ley de Registro Civil: Socialismo en su esencia

Simpatizantes y antagonistas del socialismo pueden concordar en que el socialismo es ante todo una moral, la diferencia, por supuesto está en el enfoque y la perspectiva.

No cabe duda que el socialismo es un movimiento moral, esto es, un modo de vida de cómo debemos ser, el problema ni siquiera son sus postulados morales irreales, sino la actitud que se desprende de ellos: todos debemos ser como lo postula el socialismo.

Desde ese momento el socialismo deja de ser una simple moral opcional que cada quien toma o deja según sus preferencias personales y pasa a ser una cruzada (hogueras incluídas). Ya anteriormente el ingeniero Haman El Troudi nos ilustró, cual profeta con las tablas de la Ley en sus manos, sobre lo qué es un "ser humano integral": "Estoy presentando 48 rasgos característicos, puede haber más, de cómo tiene que ser el comportamiento de un ser humano integral", y la única forma de serlo, añade, es ser socialista (*).

Puestos a enfocar de esta forma el socialismo no debería causar ninguna sorpresa el nuevo proyecto de Ley de Registros, el cual puede ser perfectamente el resultado del celo moral de los superhombres (y supermujeres) que nos gobiernan. Considérenlo de esta manera: si estamos dispuestos a que estas personas nos digan qué comprar, qué vender, a cuánto comprarlo, a cuánto venderlo, en qué podemos trabajar, en qué no podemos trabajar, qué podemos hacer o no podemos hacer con nuestras propiedades, dónde podemos o no podemos fumar, de qué hora a qué hora podemos comprar, de qué hora a qué hora podemos abrir nuestro negocio, qué podemos hacer o no podemos hacer con nuestro dinero; tomando en cuenta esto, ¿es acaso sorpresivo que nos vengan a decir ahora cómo podemos llamar o no a nuestros hijos?

Ya KBULLA en su blog nos advertía que tal proyecto de ley le recordaba otro decretado por el gobierno fascista de Perón, lo cual nos es poca casualidad. El fascismo, en tanto socialista por ser profundamente antiliberalista, también es una moral obligatoria dictada por iluminados, la diferencia está en los rituales y las decoraciones de la iglesia.

El mecanismo moralizador es sencillo: a mi me parece que no debería hacerse tal y tal cosa, por lo tanto nadie debería hacerlo. Lo demás, como suele decirse, es carpintería: encontrar una justificación racional de la medida (dificultad de pronunciamiento de los nombres, confusiones sobre el "género" del bautizado, etc.). Si se fijan en eso consiste todo el llamado "proceso": iluminados tratando de imponer su visión del mundo, de la moral y del ser humano a todos los demás, les guste a éstos o no.

Por lo tanto, los siguientes pasos no serán más que reglamentaciones (la alusión militarista no es casual) sucesivas para que los seres humanos reales de carne y hueso encajemos cada vez más en el estrecho molde artificial del "ser humano integral" ideal (e irreal) que visualizan nuestros gobernantes. De esta manera no hay, repito, no hay ámbito de nuestra privacidad que no pueda ser intervenida y reglamentada por el poder (**).



(*) Quizá ahondando en el texto del libro de El Troudi nos enteraremos si los no-socialistas somos seres humanos parcialmente integrales, contraintegrales, antiintegrales o, quizá, sub-integrales que suena definitivemente mejor que sub-humanos.
(**) Pero esos no son más que elementos secundarios (pero no por ello menos importantes) del asunto en su totalidad. El socialismo necesita del control total de la sociedad para que su proyecto "funcione", ese control incluye qué puede producirse y qué no y en qué cantidades y a quiénes se le asignarán. Esto cae más dentro del campo económico y el presente post solo pretende limitarse a lo moral.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que exageras demasiado la crítica al Presidente Chávez.

Klaus Meyer dijo...

Si me pudieras señalar en qué parte del texto critico al presidente, te lo agradecería.

Saludos.

Evelyn dijo...

Klaus... recuerda que el simple hecho de no estar de acuerdo con algo que el presidente mencionó en cualquiera de sus alocuciones significa que "exageras demasiado la crítica".
Es más, por este comentario también dirán que critiqué demasiado...

Respecto a tu post: aunque el decreto dijera "que todos los niños y niñas deben llamarse igual" nadie levantará un dedo en su contra... qué te puedo decir...