Las víctimas de las "turbas divinas" cubanas han sido, en este caso, las Damas de Blanco:
Tras asistir a la misa dominical, un grupo de siete "Damas de Blanco", vestidas con ropas de ese color, se dirigió a casa de Isabel Ramos, madre de un disidente preso, en el municipio de Jaimanitas.
Al salir de la vivienda para irse, un centenar de personas comenzó a gritarles y dar vivas a la revolución. Un joven se bajó los pantalones frente a las mujeres y alguien les tiró un huevo.
La protesta "duró como 30 minutos. A una cuadra había cuatro perseguidoras (patrullas policiales) y no nos protegieron", comentó Soler [esposa del prisionero Angel Moya].
Pero no contento con permitir la violación de la ley a algunos ciudadanos revolucionarios (demostrando que la igualdad no es para todos), el canciller cubano se siente obligado a confirmar dicha desigualdad:
Estados Unidos "paga, estimula, organiza y dirige estas provocaciones, que recibe por supuesto cumplida respuesta de nuestro pueblo, que es el dueño de sus calles", dijo [el canciller] Pérez Roque.
Es decir, la "respuesta espontánea" permite al "pueblo" hacer uso de "sus" calles, pero por pueblo entiéndase el pueblo, o sea, no cualquier "pueblo", sino El Pueblo... ustedes me entienden, ¿si? Semejante justificación ya lo hemos oído antes y no sólo del régimen cubano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario