jueves, octubre 27, 2005

¿Revolución Bolivariana?

Dentro del fenómeno que Luis Castro Leiva bautizara como "Teología Bolivariana", los integrantes del actual régimen (así como sus seguidores, honestos o interesados) han pretendido vendernos su "proceso" como algo basado en las ¿enseñanzas? de Simón Bolívar, a tal punto que tal planteamiento fue plasmado en la Constitución de 1999:
Artículo 1. La República Bolivariana de Venezuela es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y sus valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador.

Claro que en la "vida real" el supuesto basamento en el pensamiento de El Libertador se reduce a muy limitadas "frases célebres" citadas a conveniencia [1], mientras que otras, incómodas por contradecir la práctica revolucionaria, nunca son mencionadas [2]. Hacer una lista sobre la contradicción flagrante y sostenida de la doctrina política de Simón Bolívar no forma parte de este ensayo, además de que, seguramente, alguien más ya se habrá tomado la molestia.

Para el presente trabajo nos limitaremos a señalar el total despiste (o ignorancia deliberada) con respecto al comportamiento socio-económico de Bolívar, basándonos en el texto "Bolívar Empresario" que reseñamos hace poco; luego trataremos de ver cómo encaja esto con la expresión del Presidente Chávez de que "En Venezuela el proyecto bolivariano es la corriente de pensamiento que sirve de base para erigir la ideología marxista".

1.- Bolívar defiende su propiedad privada:
Dile al General Soublette que tenga la bondad de ver esta carta, para que te proteja en la defensa de mis bienes; pues no es razón que me quieran quitar lo poco que me ha dejado la revolución. Mañana, que se hará la paz, dejaré la Presidencia, y no tendré nada de qué vivir, no siendo mi intención recibir sueldos del Gobierno.


2.- Bolívar quería vivir de sus rentas:

tenga la bondad de encargar a un sujeto de bien que vaya a ver a Chirgua a fin de ver qué partido se puede sacar de aquella hacienda; y que se haga lo mismo con respecto al valle de Aroa, que yo no sé quién lo posee ni lo disfruta, ni como haremos para sacar las inmensas ventajas que ofrece en minas, arriendo y aserraderos.


3.- Bolívar está a favor de la explotación de los recursos venezolanos por parte de extranjeros (en esto hay que admitir que los chavistas concuerdan plenamente):

Tengo entendido de que un inglés ha ofrecido a Antonia diez mil pesos de arrendamiento por año por la mina de Aroa...


4.- Bolívar protege su efectivo en divisas extranjeras (libras esterlinas, que no había dólares por entonces):

el pagamento del arrendamiento [por la explotación de las minas de Aroa] se haga sin descuento, en el Banco de Londres, bajo mi nombre, según vayan cumpliéndose los plazos que expresa el contrato.


5.- Bolívar está a favor de la fuga de capitales:

celebrado María Antonia, me ha parecido más útil para mí vender a los mismos arrendatarios... la posesión de Aroa toda entera. Ud. no dejará de conocer, mi querido Peñalver, que en mi situación, más cuenta me tiene contar en Inglaterra con una mina de cuatrocientos ó quinientos mil pesos sonantes, que una mina que yo ni mis parientes hemos de poder trabajar.


6.- Bolívar no tiene complejos en ser latifundista:

La rica y hermosa posesión de Aroa, es una de aquellas que ofrecen más ventajas para una colonia sobre las costas del mar, por las siguientes consideraciones... Su extensión es circular con 32 leguas de circunferencia.


7.- Bolívar tenía más de una casa (y suguramente más de un coche):

Tal es que se adjudiquen a SU EXCELENCIA desde la fecha de este instrumento en pleno dominio y propiedad para que pueda disponer de ellas libremente, las referidas minas con todas sus adherencias y las casas calle del Sol Número 178, y calle del Triunfo Número 87; y que se adjudiquen a la Señora MARIA ANTONIA BOLIVAR las haciendas de caña y café con sus máquinas situadas en el pueblo de SAN MATEO; casas de vivienda y demás pertenecientes a esta finca, como también las de SUATA y CAICARA, con especificación que ninguna de ellas tienen esclavitud, como igualmente se le adjudican en propiedad y dominio dos casas grandes situadas en la villa de LA GUAYRA, una en la calle de la Caleta, y otra en la Calle de Arriba, haciendo frente a la misma, las tres casas pequeñas del Callejón de MUCHINGA, y los solares que se encuentran en el mismo.


8.- Bolívar es víctima de y desaprueba las invasiones a sus haciendas:

...arrendatarios é intrusos que han disfrutado de [mi] propiedad injustamente por muchos años...Qué escándalo! ¿Si eso hacen conmigo, que harán con los otros? Razón tienes de quejarte de nuestras leyes y de nuestros jueces. A los amigos que escriban sobre esta materia, que es una de las más importantes.


9.- Bolívar víctima de la inseguridad jurídica:

Lo presentan al Libertador Presidente como el ridículo juguete de un Tribunal y de unos litigantes que con temeridad le disputan la propiedad que fué de sus antepasados y hoy es suya. Esto, Señor Ministro, hace extremecer la imaginación más fina Al decir de Verna: ¡Nunca el delirio de la imparcialidad había conducido jueces a tanta iniquidad!...

Estoy bastante molesto con otra ocurrencia doméstica. Me dicen de Venezuela que mis propiedades no son legítimas y que no hay ley para un hombre como yo. Esto quiere decir que soy un canalla. Se me despoja de la herencia de mis abuelos y se me deshonra...

El hecho es que mi situación se está haciendo cada día más crítica, sin tener esperanza siquiera de poder vivir fuera de mi país de otro modo que de mendigo; pues no vendiéndose las minas puedo sufrir alguna confiscación de parte del gobierno de Venezuela, porque tal es el encono que hay contra mí de parte de aquellos jefes.


Después de leer el documento no he encontrado nada parecido a lo que propone el actual gobierno en materia económica, sino más bien todo lo contrario; de hecho un marxista encontraría escandaloso todo lo que hizo El Libertador, por lo tanto no encuentro sentido a la frase "en Venezuela el proyecto bolivariano es la corriente de pensamiento que sirve de base para erigir la ideología marxista", pero por favor entiendan que estoy alienado por los medios.




[1] Llegando a reflotar aquella que dice "el sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social y mayor suma de estabilidad política." que invocara también Marcos Pérez Jimenez para justificar su dictadura.
[2] Como por ejemplo la frase "no hay que dejar permanecer a un hombre mucho tiempo en el poder, porque él se acostumbra a mandar y el pueblo a obedecerlo", que he visto citada por un sólo chavista, Mario Villegas.

3 comentarios:

Rodolfo dijo...

A mi también me fastidia toda esa teología bolivariana. Hace rato que digo que a los muertos se les puede hacer decir cualquier cosa. Con un poco más de cinismo y mala leche escribí esto hace algunos meses.
http://desdeelexilio.blogspot.com/2005/06/un-ser-ignorante-es-un-instrumento.html

Rodolfo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
K-2 dijo...

Y no sólo eso, recuerdo que en un curso que vi en la universidad llamado "Bolivarianismo y Antibolivarianismo", el profesor decía que la historiografía pinta un Bolívar pobre y acabado en su lecho de muerte, lo que no dicen es que éste muere en Santa Marta porque iba... ¡camino del exilio!, y que probablemente muere con una camisa prestada porque... ¡su equipaje se encontraba en Curazao para el momento!, porque los ricos en esa época enviaban primero sus pertenencias y luego viajaban ellos, ¿qué tal?.

Otro detalle: para minimizar la expropiación de sus bienes, Bolívar los pone a nombre de su hermana María Antonia, quien era hiper-realista (escuálida-golpista la llamarían hoy), para que los partidarios del rey no tocaran sus bienes por estar con ellos, ni que los republicanos lo hicieran, por ser su hermana.

Otro dato: Bolívar liberó a los esclavos... pero ¡los suyos!. Hay que recordar que la esclavitud fue abolida en Venezuela durante el gobierno de José Gregorio Monagas, allá por la década del cuarenta del siglo XIX.

Ahí te dejo esa mandarina.