lunes, septiembre 25, 2006

Peonismo del Siglo XXI

En Venezuela, durante el siglo XIX, los hacendados solían pagar a sus peones con fichas, llamadas "palitos"(*) por su forma, que intercambiaban por mercancias en el abasto propiedad del propio hacendado.

Como puede verse, era un mecanismo diseñado para impedir la independencia económica de los peones (generalmente ex esclavos) que, por lo tanto, quedaban atados por esta circunstancia.

Pero por lo visto, en pleno siglo XXI, quiere revivirse esta práctica para encerrar a los trabajadores en la gran hacienda Venezuela. Leo en Analítica:

Con paso firme se encamina el Gobierno de Venezuela a otro experimento del tenor de los gallineros verticales y los cultivos organopónicos, cuyo fracaso nadie recuerda y su costo para el fisco nacional se ha ignorado. En esta ocasión se trata de promover el trueque como sucedáneo del bolívar en el intercambio que se pretende instituir entre las empresas de producción social y las cooperativas que posee el Estado. Siguiendo los criterios de Heinz Dieterich... según los cuales el dinero es un fruto del capitalismo y que por tanto debe desaparecer, han llevado al Ministerio de la Economía Popular a organizar una especie de centro experimental para el trueque, que estaría localizado en Barquisimeto, Estado Lara. Allí concurrirían los productores de micro unidades de producción auspiciadas por el Gobierno en todo el territorio nacional a intercambiar sus productos sin que medie el dinero. De esta manera, un productor de una cooperativa o de una empresa de producción social que fabricó una camisa podría intercambiarla por una silla que elaboró un carpintero y esa transacción sería posible si y solo si, el carpintero requiere la camisa y el costurero demanda una silla. Aunque esto parezca absurdo, en ello está pensando el Gobierno Nacional.


Si quieren profundizar más en este absurdo, el artículo completo aquí. Para efectos de este post solo quiero resaltar que tal sistema de trueque tendrá entre sus consecuencias la inamovilidad del capital de los cooperativistas y, por lo tanto, la propia inamovilidad de todos quienes se involucren en este experimento de ingeniería social. Todo lo que produzca una persona dependerá para su retribución de "la cesta" en donde los demás han ido colocando tambien su producción, y lo que no esté en esa cesta, no estará disponible, no podrá ser "comprado". Todo esto claro depende de otros factores, pero en líneas generales va por ahí el asunto.

Es decir, los neo-peones del neo-socialismo del siglo XXI, dependerán de los neo-hacendados (el Estado o los centros de trueque), tan atado a su peonazgo como sus antepasados del siglo XIX.


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(*) De ahí, por ejemplo, la frase "tomarse un palito de ron".

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3 comentarios:

NB dijo...

Lo de Heinz Dieterich es estupidez en estado casi puro, también tiene mucho de interés. Sorprende que semejante animal tenga una cátedra universitaria. Bueno, no exageremos, Newton tuvo una cátedra universitaria, este lo que es es un hablador de paja.

Larry dijo...

Lo interesante es que los neosocialistas del siglo XXI, por llamarlos por su rimbombante nombre, van a descubrir algo que Ludwig von Mises ya explicaba en 1912, que el dinero surge naturalmente a partir del trueque, como respuesta a las numerosas limitaciones que este último impone en el intercambio de bienes.

Sin duda este es un experimeto al que habría que hacérsele seguimiento.

K-2 dijo...

Como dato complementario, hay que recordar que en ningún país socialista abolieron el dinero como herramienta de intercambio.